Consumo Cultural
“Cultura es el Tazumal, no la televisión”
(María Tenorio – 1° Congreso de
Estudios Culturales Centroamericanos)
Es realmente preocupante como la falta de consumo cultural asecha nuestra sociedad salvadoreña. Es impresionante de hecho, reconocer que se están perdiendo un sinfín de tradiciones y costumbres heredadas de nuestros antepasados, que finalmente podrán desaparecer, si no hacemos algo hoy para preservar el mañana.
Se entiende por cultura el
“Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo
artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.” (RAE)
El Salvador tiene una peculiar característica que lo distingue del resto de comunidades centroamericanas, el simple hecho de ser el país más pequeño de la región, pero a la vez, un país muy dividido en cuanto a cultura se trata.
Entiéndase por cultura, algo más que simples tradiciones y costumbres, como un verdadero modo de vida, que va de lo cotidiano. Es decir, nace de las bases y se transporta a través del diario vivir. Por lo tanto, en ese transcurso, o traspaso, se convierte, se transforma, se genera, se desarrolla, o por el contrario, se mantiene, se degenera, se destruye.
El punto, es que el rescate cultural, no es simplemente el rescate de las piezas históricas, o lugares considerados patrimonio, sino, el rescate de las vivencias, de las tradiciones orales, de las experiencias que han llevado éste país a un progreso ininterrumpido.
Las culturas anteriores, establecidas en nuestro país, no han sido perdidas, han sufrido drásticas transformaciones, y los objetos que tenían una “utilitas primaria”[1], ahora son acreedores de funciones secundarias más simbólicas que funcionales.
Y es por ello, que al igual que el lenguaje se transforma, se han transformado las tradiciones orales, que no son sino el lenguaje de la cultura, sobre todo en las grandes urbes metropolitanas.
Al pasar el tiempo, se nos es necesario mantener vivas estas tradiciones, ya que son éstas las que dictaminan la ideología de una cultura.
La urbanización ha hecho entrar en otro nivel de vida a la comunidad salvadoreña, apartándolos del entorno natural, y por ende, apartándolos de las tradiciones relacionadas con los aspectos de naturaleza, mitos y magia intrínsecamente transportados en el tiempo.
Vale la pena mencionar, que recién el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA), lanzó los resultados del “Diálogo Nacional por la Cultura 2007”, que tenía como objetivo conocer de primera mano, información fresca y relevante que sirva como diagnóstico para formular políticas culturales coherentes y adecuadas a la realidad.[2]
“La cultura es el ámbito crucial del desarrollo social y económico de las sociedades, los países y las regiones.”[3]- cita el documento.
Es por ello, entonces, que no podemos dejar por un lado las tradiciones culturales que yacen en nosotros, mas bien, debemos aprender a revivir estas tradiciones adaptándolas a las necesidades actuales, y desarrollando nuevas formas de tradiciones orales, que nos inviten a exponer nuestra cultura y de ésta manera, trascender, hacia lo que queremos llegar a ser, hacia lo que queremos dejar, y hacia la herencia cultural que estamos preparando para las futuras generaciones.
No podemos entonces hacernos los ignorantes, o creer que éstas tradiciones son de ignorantes, antes bien, debemos ponderar éstas, como una sabiduría heredada, que merece ser estudiada, comprendida, analizada y sobre todo traducida al hoy.
[1] Entiéndase por utilitas primaria el primer fin de los objetos, su función básica, la razón por la que nace o se crea.
[2] Objetivo General del proyecto “Diálogo Nacional por la Cultura 2007” realizado para CONCULTURA, por la estudiosa María Tenorio.
[3] Diálogo Nacional por la Cultura 2007. Introducción, María Tenorio, El Salvador 2007. CONCULTURA. www.concultura.gob.sv
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