¡Ay, señora, mi vecina!...
(Estoy leyendo, de nuevo, mi libro de NUEVE POETAS CUBANOS, el libro que compré cuando fui a Cuba. La cosa es que este poema de verdad me encanta! tiene tanto ritmo y música, y evoca sentimientos difíciles de explicar... aquí se los dejo) ¡Ay, señora, mi vecina!... ¡Ay, señora, mi vecina, se me murió mi gallina! Con su cresta colorada y el traje amarillo entero, ya no la veré ataviada, paseando en el gallinero, pues señora, mi vecina, se me murió la gallina, domingo de madrugada; sí, señora, mi vecina, domingo de madrugada; ay, señora, mi vecina domingo de madrugada. ¡Míreme usted como sudo, con el corral enlutado, y el gallo viudo! ¡Míreme usted como lloro, con el pecho destrozado, y el gallo a coro! - Nicolás Guillén - Cuba