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Mostrando entradas de diciembre, 2009

Ha aparecido en el cielo una estrella...

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Bahá'u'lláh describe con sus palabras la historia del nacimiento de Su Santidad Jesucristo, en el Libro de la Certeza (Kitab-i-Iqán), y la relación que tienen todos los nacimientos de las Manifestaciones de Dios, apareciendo en el cielo una estrella: ... ¡Oh hermano!, enciende con el aceite de la sabiduría la lámpara del espíritu dentro de la cámara recóndita de tu corazón, y custódiala con la mampara del entendimiento, para que el aliento del infiel no extinga su llama ni oscurezca su esplendor. Así hemos iluminado los cielos de la prolación con los resplandores del Sol de la divina sabiduría y entendimiento, para que tu corazón encuentre paz y seas tú de aquellos que, en alas de la certeza, se han remontado hacia el cielo del amor de Su Señor, el Todomisericordioso. Y, ahora, referente a Sus palabras: "Y entonces aparecerá en el cielo el signo del Hijo del hombre". Estas palabras significan que cuando el sol de las enseñanzas celestiales se haya eclipsado, las estre

En el Reino de tu Amor

EN EL REINO DE TU AMOR Jinab-i-Táhirih . Qurratu'l-Ayn. En el reino de tu amor subsisto, aún cuando nadie me socorra. Contempla Tú este vagabundo, ¡Oh Rey de gloria y majestad! ¿Qué pecado fue mío que al fin, del misterio de Tu amor fui expulsado? Por mi crimen, a cada instante nueva calamidad soporto. No obstante que la paciencia del amor es signo ¿cuánto tiempo debo, exilado, desfallecer?. Cual sonoras cañas, éstas mis cadenas, de mi miseria la historia relatan. Mentes nada son ante Tu esencia, muerto ha toda alma al pensar en Ti, el camino nadie halla, aunque todos buscan el sendero de tu sublimidad. De Oriente soplan brisas con noticias de suspiros de amantes Tuyos, de rostros pálidos y demacrados ojos. ¿No les mostrarás clemencia? ¿En la alborada, hacia mi lecho, qué amorosos pasos guías? Sobre alas de constancia, con anhelo a Tu lado vuelo. Si del tiempo y lugar arrancar quisieras, pon tan sólo a este mundo Tu faz. ¿Qué es la vida en este bajo orbe, cuando Tú obsequias la ete