¿Quienes somos? ¿Quién soy? ¿Qué estoy haciendo aquí?
Yo respondí recién estas preguntas en una clase de la U... se me hace interesante compartirlas porque es la primera vez en la que estoy totalmente seguro de lo que escribí, y sé que es así, así quiero que sea, y por primera vez estoy conciente de esto... me alegra saberlo porque quiere decir que he dado un gran paso... ahora sé quien soy, y qué estoy haciendo en este mundo...
Aquí va:
Somos. Somos los miembros de la familia humana, la extensa raza que cubre y envuelve toda la tierra. Somos parte del un clan universal que represetna la creación y es el eslabón más destacado de la cadena de la vida.
Soy, Rene, parte y miembro de la raza humana. Un ciudadano del mundo que habita en la región centroamericana. Soy miembro de la comunidad socual salvadoreña, nací, crecí y me eduqué en el terrtorio que llamamos El Salvadr. Soy una mezcla de sangre hebrea, española, pipil, lenca y maya.
Soy Bahá'í de nacimiento, y con cimiemntos sólidos espirituales. Convicciones firmes y con un amplio sentido de religiosidad.
Me adiestro en el arte de comunicar, para poder ser un comunicador eficaz y estratégico, desenvolviéndome en un rubro de intercambio comercial que las civilizaciones denominan mercado.
Soy parte de la gran familia humana, y como su miembro comparto rasgos y características que nos distinguen del resto de la creación, además del libre albeldrío que nos caracteriza.
Comparto habilidades tales como la intelgencia, el pensamiento, el habla y muchas otras que se derivan como mezcla de los poderes que poseemos.
Mi función en la tierra, y para lo que he sido llamado a la vida, es para comunicar.
Enseñar que la humanidad es una sola, y que el mundo, es sí, es como un sólo país. Que el hombre y la mujer son como las alas de un pájaro para la sociedad, que la mejor herramienta para el verdadero desarrollo es la educación, que el ser humano es capad de vivir en armonía con la naturaleza, y que como seres especiales de la creación, tenemos una naturaleza espiritual y una materal, y que la paz de la humanidad no es sólo posible, sino inevitable.
Y que como los seres más elevados que han vivido sobre el planeta, somos todos responsables de nuestra propia supervivencia, y la colectiva, y asegurar un futuro próspero para las generaciones venideras, llevando nuestra civilización hacia el contínuo progreso.
Podrá sonar tonto, utópico o fantasioso, pero no lo es. Es la razón por la que todas las mañanas me levanto, por la que abro mis ojos y veo el amanecer, y pienso ¿Qué voy a hacer hoy?
Estoy convencido de todas y cada una de las palabras anteriores, y sé que puedo hacer mucho de esto en vida, y aún en las vidas que han de venir. Estoy conciente que es una gran responsabilidad, pero al fin de cuentas para eso he sido llamado a la vida.
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