Love is in the Air
Esto es algo que escribí exactamente hace 6 años, para un día del amor y la amistad, después de dar un paseo por metrocentro...
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Ahora pude comprobar que hay amor en el aire que respiramos y que ensancha nuestro pecho, no solo en el corazón, sino, también en las venas...
Ahora, vi lo que todos llamaríamos “vivir un mal de amores”... si, hoy fue 14 de febrero, y el ambiente amaneció romántico y amoroso... con calor humano, de perfume suave y de brisa refrescante, que te inspira el corazón.
Y es que, aunque yo no tengo mucho a quien darle todo eso, pude ver cómo los demás repartían caricias, con solo su caminar.
Hoy la gente se comportó diferente, algunos mucho mas suaves y otros desesperados por salir en busca de sus amados. Otros, se perfumaron y arreglaron desde temprano para lucir bellos y radiantes desde la mañana, que fue un tanto fresca y juvenil. Otros pocos maldecían a su diestra y porqué no a su siniestra, porque alguien osó en romper su corazón. Pude ver amores que perduran, amores que se expanden y amores que crecen, amores nuevos, amores frescos, amores tibios y amores de pasión. Caras sonrientes, corazones palpitantes, resplandor ardiente, que inspira exclusivamente el amor.
Vi caras desesperadas, quizá de impaciencia por tener cerca a su media naranja, o quizá de agonía por su roto corazón. Vi quienes leían cartas con mirada apasionada, y quienes se derrumbaban con cada letra inscrita en el papel. Vi apuros, y paciencia, una cara alegre de un padre que acompañaba a su hija con la mirada, tierna, amorosa, digna de un papá... vi un par de ancianos que agarrados de la mano, Vivían en su arca del pasado y del amor, vi solitarios caminantes, impacientes transeúntes y algunos que como yo esperan compartir con ese ser amado esta fecha tan especial. Vi madres con sus hijos, con sus hijas y hasta con sus bebés, vi miles de rosas por el camino, algunas dueñas de pasiones y otras de corazones, y otras sirvientes de sus amos, que las llevan con esperanza de agradar a quien la recibirá, rosas que llenaban de inspiración con su fragancia de fantasía. Vendedores ambulantes que aprovechaban la fecha para reconciliar amores, volver a unir almas o enlazar más las que ya lo estaban, todos participando de esta fiesta del corazón... aunque no lo crean vi a Cupido rondando los lugares, disparando flechas por doquier, aunque con poca puntería, en algunos casos ya no se necesitaban, porque amor se respiraba desde el sublime amanecer. Vi amores pasados y amores lejanos, vi aquellos que una vez lloraron, y ahora reían tomados de la mano. Vi gente muy bien arreglada, quizá preparadas para una cita, o talvez esperando a quien lo invita, pero muy elegante en su pasar. Vi cómo la humanidad es capaz de amar, y capaz de recordar con esperanza firme y la fe que no le ha de faltar. En esta fecha tan especial, vi el amor en persona y personas con amor.
Quizá amores lejanos, o tan cercanos al corazón. Quizá algunos amores rotos, o adheridos a un nuevo vivir, quizá amores que han nacido o que han crecido abonados con las caricias del tiempo y los suspiros del sentir o muerto lentamente por pesares y sufrir, un día invadido de esperanza, de radiancia y pasión, un día en que puedes respirar...
E N EL AIRE, UN PURO AMOR, QUE TE ENSANCHA LAS ENTRAÑAS Y TE LLEGA AL CORAZÓN...
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Ahora pude comprobar que hay amor en el aire que respiramos y que ensancha nuestro pecho, no solo en el corazón, sino, también en las venas...
Ahora, vi lo que todos llamaríamos “vivir un mal de amores”... si, hoy fue 14 de febrero, y el ambiente amaneció romántico y amoroso... con calor humano, de perfume suave y de brisa refrescante, que te inspira el corazón.
Y es que, aunque yo no tengo mucho a quien darle todo eso, pude ver cómo los demás repartían caricias, con solo su caminar.
Hoy la gente se comportó diferente, algunos mucho mas suaves y otros desesperados por salir en busca de sus amados. Otros, se perfumaron y arreglaron desde temprano para lucir bellos y radiantes desde la mañana, que fue un tanto fresca y juvenil. Otros pocos maldecían a su diestra y porqué no a su siniestra, porque alguien osó en romper su corazón. Pude ver amores que perduran, amores que se expanden y amores que crecen, amores nuevos, amores frescos, amores tibios y amores de pasión. Caras sonrientes, corazones palpitantes, resplandor ardiente, que inspira exclusivamente el amor.
Vi caras desesperadas, quizá de impaciencia por tener cerca a su media naranja, o quizá de agonía por su roto corazón. Vi quienes leían cartas con mirada apasionada, y quienes se derrumbaban con cada letra inscrita en el papel. Vi apuros, y paciencia, una cara alegre de un padre que acompañaba a su hija con la mirada, tierna, amorosa, digna de un papá... vi un par de ancianos que agarrados de la mano, Vivían en su arca del pasado y del amor, vi solitarios caminantes, impacientes transeúntes y algunos que como yo esperan compartir con ese ser amado esta fecha tan especial. Vi madres con sus hijos, con sus hijas y hasta con sus bebés, vi miles de rosas por el camino, algunas dueñas de pasiones y otras de corazones, y otras sirvientes de sus amos, que las llevan con esperanza de agradar a quien la recibirá, rosas que llenaban de inspiración con su fragancia de fantasía. Vendedores ambulantes que aprovechaban la fecha para reconciliar amores, volver a unir almas o enlazar más las que ya lo estaban, todos participando de esta fiesta del corazón... aunque no lo crean vi a Cupido rondando los lugares, disparando flechas por doquier, aunque con poca puntería, en algunos casos ya no se necesitaban, porque amor se respiraba desde el sublime amanecer. Vi amores pasados y amores lejanos, vi aquellos que una vez lloraron, y ahora reían tomados de la mano. Vi gente muy bien arreglada, quizá preparadas para una cita, o talvez esperando a quien lo invita, pero muy elegante en su pasar. Vi cómo la humanidad es capaz de amar, y capaz de recordar con esperanza firme y la fe que no le ha de faltar. En esta fecha tan especial, vi el amor en persona y personas con amor.
Quizá amores lejanos, o tan cercanos al corazón. Quizá algunos amores rotos, o adheridos a un nuevo vivir, quizá amores que han nacido o que han crecido abonados con las caricias del tiempo y los suspiros del sentir o muerto lentamente por pesares y sufrir, un día invadido de esperanza, de radiancia y pasión, un día en que puedes respirar...
E N EL AIRE, UN PURO AMOR, QUE TE ENSANCHA LAS ENTRAÑAS Y TE LLEGA AL CORAZÓN...
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:)Bendiciones!