Review: La Lección
Para entender La Lección, hemos de estar totalmente desprendidos de nuestra realidad, sumergirnos en la obra, y dejarnos llevar al lugar donde no hay razón, no hay lógica, no hay un orden. Encontramos en el caos, la verdad y la originalidad. Tenemos entonces un mundo abstracto en el cual nos podemos sumergir para entender, pero sin tratar de entender demasiado, para no sobrentender las cosas.
La Lección nos enseña a desprendernos de la vida, para poder adoptar otras. Sin embargo, la total sumersión en ella, nos puede llegar a confundir, a engañar, a sacudir nuestro mas profundo ego.
Aunque es imposible no dejarse insultar, o dejar de reir, también es imposible no comprender únicamente con el entendimiento. Cuando la razón nos sobra, lo único que nos queda es dejarnos llevar.
La chica, representa el orden lógico de las cosas, pero a la vez la inocencia e incredulidad, donde no hay razón ni lógica de las cosas. El Profesor, representa el insulto a la razón, el desorden, pero a la vez con un orden. La causa y el efecto. El inicio y el fin.
Mientras que la razón, Maria, estaba alejada, subordinada a servir al desorden, y ser callada cuando la inocencia era demasiado atrevida.
Al final, la inocencia cede, y entonces, por muy dulces y frescas que parezcan las cosas, no hay por donde salir, no hay escapatoria, y las buenas intenciones, matan.
Pero sobre todo, y quizá lo más importante…
(ya no puedo seguir, ME DUELEN LAS MUELAS).
La Lección nos enseña a desprendernos de la vida, para poder adoptar otras. Sin embargo, la total sumersión en ella, nos puede llegar a confundir, a engañar, a sacudir nuestro mas profundo ego.
Aunque es imposible no dejarse insultar, o dejar de reir, también es imposible no comprender únicamente con el entendimiento. Cuando la razón nos sobra, lo único que nos queda es dejarnos llevar.
La chica, representa el orden lógico de las cosas, pero a la vez la inocencia e incredulidad, donde no hay razón ni lógica de las cosas. El Profesor, representa el insulto a la razón, el desorden, pero a la vez con un orden. La causa y el efecto. El inicio y el fin.
Mientras que la razón, Maria, estaba alejada, subordinada a servir al desorden, y ser callada cuando la inocencia era demasiado atrevida.
Al final, la inocencia cede, y entonces, por muy dulces y frescas que parezcan las cosas, no hay por donde salir, no hay escapatoria, y las buenas intenciones, matan.
Pero sobre todo, y quizá lo más importante…
(ya no puedo seguir, ME DUELEN LAS MUELAS).
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