odio hablar de política
Claro, a quién no se le revuelve el estómago cuando le mencionan esa palabra.
Pero pensándolo bien, no hablaré de eso, hablaré de la política que a mí si me gusta. LA MIA!!...Primero, debo aclarar que no hablaré de "la política" prostituída de la sociedad moderna, hablaré de la política pura. (o por lo menos trataré de acercarme a ella)
Es importante analizar que como jóven, estoy también involucrado en los procesos que consideramos de "política" en la sociedad actual. Pero me llama la atención la forma en la que se refieren a la palabra más prostituída de los últimos tiempos, (no hablo de democracia, porque esa no está prostituída, está arrastrada, hablo de la política... bueno, ya lo he mencionado demasiado, tenemos que saber que significa:)
Según la Real Academia Española el término que mejor se acomoda a la política pura es:
Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.
pero me llama la atención en sobremanera lo siguiente:
Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado.
Ojo, pasa de ser una actividad de asuntos públicos, a ser asuntos cotidianos.
Es el arte de conducir los asuntos cotidianos!!!!
impresionante el descubrimiento, pero es tan cierto... yo no quiero manchar mis palabras de color!, (cualquier color al que se le denomine "politica", aunque sea amarillo, fucsia, café, o negro), porque es tan tonto pintar de colores las palabras, que si es revolución es roja y que si es democracia es azul, que si es paz es blanca, o que si es libertad es verde.
Pensemos entonces, que este "arte de pintar las palabras" es la distorción de la belleza de la política.
Voy entonces a hablar con las palabras más sabias que he escuchado sobre este tema, claro, de alguien que amaba la política pura, esa política que se derrama todos los días sobre lo cotidiano...
mi querido maestro... 'Abdu'l-Bahá:
En su conducta en la vida, el ser humano actúa por dos motivos principales: "la esperanza en la recompensa", y "el temor al castigo".Consecuentemente, esta esperanza y este temor deben ser tomados muy en cuenta por aquellos que poseen autoridad y ocupan cargos de gobierno. Su tarea en la vida es la de consultar entre ellos para estructurar las leyes y procurar su justa administración. La tienda del orden en el mundo se levanta y establece sobre los dos pilares de "Recompensa y Retribución". En los gobiernos despóticos, conducidos por personas carentes de fe divina, donde no existe el temor a la retribución espiritual, la ejecución de las leyes es tiránica e injusta. No existe mayor prevención para la opresión que estos dos sentimientos, esperanza y temor. Ambos tienen
consecuencias políticas y espirituales. Si los administradores de la ley tomaran en consideración las consecuencias espirituales de sus decisiones y siguieran la guía de la religión, "serían los agentes divinos en el mundo de la acción, los representantes de Dios para quienes están en la tierra, y defenderían, por el amor de Dios, los intereses de sus siervos como defenderían los suyos propios."Si un gobernante comprende su responsabilidad, y teme desafiar la Ley Divina, sus juicios serán justos.Sobre todo, si cree que las consecuencias de sus actos le seguirán más allá de su vida terrenal y que "así como siembre así cosechará", tal persona, sin duda, evitará la injusticia y la tiranía. Si, por el contrario, un funcionario pensara que toda la responsabilidad de sus actos termina con su vida terrenal, sin conocer ni creer en absoluto en los divinos favores y en el reino espiritual de la felicidad, carecerá de incentivo para obrar con justicia, y de inspiración para acabar con la opresión y la
injusticia. Cuando un gobernante sabe que sus juicios serán pesados en la balanza del Juez Divino, y que si no se le encuentra deficiente entrará al Reino Celestial, y que la luz de la Munificencia Celestial brillará sobre él, entonces seguramente actuará con justicia y equidad. ¡Observad qué importante es que los ministros de Estado sean iluminados por la religión! Sin embargo, ¡los clérigos no tienen nada que hacer con las cuestiones políticas! Los asuntos religiosos no deberían confundirse con la política, en la condición actual del mundo (pues sus intereses no son los mismos). La religión concierne a los asuntos del corazón, del espíritu y de la moral. La política se ocupa de las cosas materiales de la vida. Los maestros religiosos no deberían invadir el campo de los políticos; deberían preocuparse de la educación espiritual de la gente; deberían dar siempre buenos consejos a las personas, tratando de servir a Dios y a la raza humana; deberían esforzarse por despertar la aspiración espiritual, y tratar de aumentar el entendimiento y el conocimiento de la humanidad, de mejorar la moral y de incrementar el amor a la justicia. Esto está de acuerdo con las Enseñanzas de Bahá'u'lláh. En el Evangelio también está escrito: "Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios."En Persia hay algunos de los más importantes ministros de Estado que son religiosos, ejemplares, veneran a Dios, y temen desobedecer Sus Leyes; juzgan con justicia y gobiernan a sus pueblos con equidad. En esa tierra hay otros gobernantes que no tienen el temor a Dios ante sus ojos, que no piensan en las consecuencias de sus actos, y que sólo trabajan para satisfacer sus propios deseos, y son ellos los que han arrastrado a Persia a la mayor tribulación y dificultad. ¡Oh, amigos de Dios, sed
ejemplos vivientes de justicia! Para que así, por la Misericordia de Dios, el mundo pueda ver en vuestras acciones que manifestáis los atributos de justicia y misericordia. La justicia no es limitada, es una cualidad universal. Su acción debe aplicarse sobre todas las clases sociales, desde la más elevada hasta la más baja. La justicia debe ser sagrada y deben tomarse en consideración los derechos de todos los pueblos. Desead para los demás sólo aquello que deseáis para vosotros mismos. Entonces gozaremos del Sol de la Justicia, que brilla desde el Horizonte de Dios. Cada ser humano ha sido colocado en un sitial de honor, que no debe abandonar. Un humilde trabajador que comete una injusticia es tan culpable como un famoso tirano. Por esta razón, todos podemos escoger entre justicia e injusticia. Yo espero que cada uno de vosotros llegue a ser justo, y dirija sus pensamientos hacia la unidad de la
humanidad; que nunca perjudiquéis a vuestros vecinos, ni habléis mal de nadie; que respetéis los derechos de todos los seres humanos, y os preocupéis más por los intereses de los demás que por los vuestros propios. Sólo así os convertiréis en antorchas de la Justicia Divina, actuando en conformidad con las Enseñanzas de Bahá'u'lláh, Quien durante Su vida sufrió innumerables pruebas y persecuciones para poder mostrar al mundo de la humanidad las virtudes del Mundo de la Divinidad, haciendo posible que comprendierais la supremacía del espíritu y que os regocijarais de la Justicia de Dios.¡Por su Misericordia, la Divina Munificencia será derramada sobre vosotros, y ruego por ello!
(La Sabiduria de 'Abdu'l-Bahá)
Más claro no puede estar, es nuestro deber, considerar ésta política basura, prostituida, como un proceso de autodestrucción del mundo de la humanidad, y considerar que la nueva política, esa de la que nosotros podemos hablar con tranquilidad, y además, podemos tratar de crear, mejorar y desarrollar, esa, esa política de lo cotidiano, es la política de DIOS!!.
allí, no hay contienda hacia ser presidente, alcalde o diputado, allí, todos participan de los asuntos cotidianos y se preocupan del bienestar propio, y del colectivo por sobre el propio. Es decir, nos debe interesar más los efectos que causemos, que el simple fin que busquemos.
Qué es lo que propongo con esto?
pues hago sonar mi voz, para generar discusión, generar diálogo, y crear discursos válidos que nos ayuden a desarrollar una conciencia colectiva que no es sino, el verdadero espíritu en el que están basadas las sociedades de hoy...
Pretendo abrir los ojos yo, y hacer que los demás también lo hagan, para empezar a velar por estos intereses que están desatendidos. y que sólo por medio de LA RELIGIÓN y la ESPIRITUALIDAD pueden ser completamente satisfechos.
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